sábado, 7 de marzo de 2015

La vehemencia me conturba

Apoyado en el pretil
la vehemencia me conturba,
el regato me perturba
reflejando lo pueril.
Este sínodo febril
cercena mi entendimiento,
me reprueba el sentimiento
y concurre en verbo hostil.

Porción prístina, fluido
disgregado y yuxtapuesto,
encarado y descompuesto,
antitético cumplido,
manas quedo y sin sentido
cual rezuma en mí el proyecto
que abandona al circunspecto
y revela al aturdido.

Si un propósito evidencio
no es designio, sino empleo
que me empuja al chapaleo
y al deleite del silencio.
¡Una cabriola! Sentencio.
No habrá trazo del andoba,
no seré sustancia proba.
Un sostén futuro agencio.

Aunque agravie al desamparo,
cruel desahucio, vil condena
que la voluntad cercena,
ya no encubro mi descaro.
Lo ulterior con burla encaro,
desentiendo mi intrusión,
no demando una expiación
y desdeño todo amparo.

Mordaz sátiro zahiriente,
de esta guisa mencionado…
Tal vez un iluminado,
pero no precisamente
del agrado de la gente
pues, lanzado hacia el vacío
de este arroyo, de este río,
mudaré en inconsistente.

Seré eterno, cual deidad.
Mi observancia del quehacer
no tendrá por menester
más que la necesidad
de apreciar la realidad
tal y como se presente,
ya concurra lentamente
o con gran velocidad.

Y abandonado el conjunto,
remoto, impreciso y vano,
fútil, frívolo, inhumano,
no ocultaré mi barrunto.
Mi caletre, ya bisunto,
porfiará nuevas injurias
pues, ¿qué clase de penurias
acaecen al difunto?

domingo, 23 de noviembre de 2014

Vosotros dejadme en paz

Vosotros, que os atrevéis
hoy a llamaros poetas,
en el siglo veintiuno.

Vosotros, que no sabéis
más que hablar de penes, tetas,
borrachera al desayuno.

Vosotros, que sois soeces
porque así creéis que el verbo
sale del alma hacia afuera.

Vosotros, que raras veces
hacéis caso a vuestro acervo
y os burláis de la solera.

Dejadme escupir mi voz,
acunar renacimiento,
dar un paso hacia adelante.

Dejadme ser tan atroz
que os explique por qué siento
que ya tuvisteis bastante.

Dejadme bailar mis ritmos
y enseñar a los chavales
que los versos son muy bellos.

Dejadme cien logaritmos
neperianos, decimales,
que yo bailaré con ellos.

En el arte de rimar
se basó la perfección
de lo que llaman poesía.

En el juego singular
que violáis sin ton ni son,
con absurda tontería.

En mis versos de dolor
siento hablar con tanta pena
de genial asignatura.

En tanto que la color
de la rosa y azucena
se desviste de amargura.

Paz os pido si no os gusta
lo que escribo a vuestro lado,
pero siendo diferente.

Paz ofrezco, tan robusta
como el verso desalmado
que hoy agrada a tanta gente.

Paz sin más, y sin pesares
que no he de sentir, ni siento,
porque vivo muy tranquilo.

Paz os doy, y mis cantares
piden paz y no lamento,
porque vivo... y os vigilo.

viernes, 25 de abril de 2014

Refugio

Refugio es serenarme entrelazado,
perdiéndome entre sueños mientras velo
y en la vigilia oculto con tu pelo
los miedos del otrora atormentado


por voluntad de un mísero pasado
que niega con su pátina tu cielo,
sin otorgar jamás otro consuelo
que el verse entre tus labios reflejado.


Con la ilusión del púber me despierto,
pidiendo a la mañana otro minuto,
queriendo destacar en tu concierto


y ser tu luz, tu empresa o el astuto
chaval que, con su gracia y con su acierto,
habrá de devolver la vida al fruto.

martes, 28 de enero de 2014

Ser obsceno

Si me adivino
faltando al sacramento
ni me arrepiento
ni brego por mi sino;
quedo contento
con un poco de vino
y, aunque lo opino,
no creo en el tormento.

Las mariposas
seducen por derecho
y, en su cohecho,
transforman otras cosas:
arde en mi pecho
el brillo de las rosas;
flores hermosas
me sirven hoy de lecho.

Yo soy la nada,
un paria en el terreno.
Mi desenfreno
se burla en la estacada,
tal vez sereno
si oculto mi mirada
que, perturbada,
me empuja a ser obsceno.

sábado, 25 de enero de 2014

El iluso

Cual salto hacia el vacío que genera
la pura adrenalina que demanda
aquél que se aproxima a la baranda
de sueños en su voluntad primera,

cual ínclito sentir que reverbera
en una jactanciosa propaganda,
el ser, emancipado, no se ablanda
aunque en su exaltación no comprendiera

que vive por azar, y en ese albur
nunca será invencible especialista
ni agrandará frontera y principado;

tendrá que renunciar a su conquista
viajando hacia el pasado, y un augur
le domará el sentido originado.

jueves, 16 de enero de 2014

Nota de suicidio (sin suicidio), parte 1

Esculpo un sinsentido por cobarde,
no he de arriesgar la magia en el almuerzo
si no hay vergüenza que la salvaguarde
ni golpes que requieran gran esfuerzo;
pudiéndolo dejar para más tarde
me voy, como impulsado por el cierzo,
a ver volar cometas en el cielo
como el seco compás de un violonchelo.

Me arrojo, decidido, hacia la alquimia
de letras y palabras inconexas,
productos de mi sed, mi ciclotimia,
que me permite ver puertas anexas
para así disparar con metonimia
verdades incompletas, genuflexas
por años muertos de desolaciones
que lloran mi maldad por los rincones.

sábado, 4 de enero de 2014

Estrellas

Alzar la vista y ver volar cometas
encima de las nubes esperpénticas,
robando su color: luces argénticas
y pérfidos azules y violetas.

Muy cerca se columbran, incompletas,
incandescencias prístinas e idénticas,
mas éstas ya no quieren ser auténticas
y mezclan su fulgor con más paletas.

Ese es su ser, su sino, su ventura:
hurtar suspiros a héroes y doncellas
llenando el cielo de aire y de pintura,

y visitando alegre así sus huellas
transformo mi agonía en hermosura
si fluyen, en el cielo, las estrellas.